Pensados según la normativa UNE 23 300/84 y en cumplimiento con el Código Técnico de la Edificación.
Pensados para instalarse en garajes, su característica principal es la capacidad de detectar la presencia del monóxido de carbono en el ambiente y de medir de forma exacta sus valores de concentración en el espacio, normalmente en párquines, talleres y túneles.
En cuanto se detectan niveles superiores a los 300 ppm, se activa la alarma de modo automático.